Con aval del FMI, el Gobierno apura acuerdos parciales por la deuda

Guzmán señaló que Argentina evalúa la alternativa de cerrar acuerdos parciales por la deuda. Y que ya se piensa cómo crecer.


Por Liliana Franco para Ámbito.

“Argentina reaccionó rápido implementando transferencias de efectivo, subsidios, reducciones impositivas para el sector privado, al tiempo que extendimos el subsidio por desempleo”. Las palabras son del ministro de Economía, Martín Guzmán, que ayer pareció dar por comenzado el escenario pospandemia, por lo menos en términos económicos.

“Estamos preparando el escenario de la pospandemia, donde el Estado va a desempeñar un rol vital”, apuntó el ministro, quien aseguró que “luego de la pandemia vendrán transformaciones estructurales”. En el marco del panel online “Economía de la inclusión en el mundo del Coronavirus: políticas para una recuperación sostenible”, organizado por la Universidad Oxford, Guzmán disertó junto a la vicepresidenta del Banco Mundial (BM), Carmen Reinhart; y la directora del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath. “Este es un shock sin precedentes que sucedió muy rápido y presentó riesgos que no se habían visto antes. En la Argentina ya estábamos sufriendo una crisis macroeconómica y estamos trabajando para resolverla”, aseveró el titular del Palacio de Hacienda. En relación con la última propuesta realizada por el país para reestructurar la deuda, Guzmán resaltó que “la Argentina hizo una oferta y ahora es el turno de los acreedores para decidir”.

Precisamente más temprano, el propio Guzmán recibió el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI). “La oferta revisada de las autoridades argentinas es un paso importante en el proceso de reestructuración de la deuda con sus acreedores privados”. Así respondió el vocero del Fondo Monetario Internacional, Gerry Rice, a una pregunta de Ámbito, confirmando la información de este diario sobre el respaldo que buscaba el Gobierno.

“Esperamos que todas las partes involucradas continúen trabajando de manera constructiva y oportuna con el objetivo de llegar a un acuerdo que coloque la deuda pública en un camino sostenible y establezca las bases para un crecimiento inclusivo y duradero en el futuro”, concluyó su declaración el vocero.

En declaraciones radiales Guzmán señaló: “Argentina está considerando la posibilidad de no poder llegar a resolver todo. Sí una buena parte”.

En realidad, en el Gobierno ya desde el fin de semana los ánimos en Olivos no eran tan optimistas, tal como anticipó Ámbito. Es que conocían de primera mano la reacción negativa de dos de los grupos de bonistas más importantes: Ashmore y BlackRock.

“Estamos viendo la posibilidad de cerrar con una parte acordada. Es decir, que no se llegue a la mayoría para cubrir el 100 por ciento de la deuda”, reiteró el titular del Palacio de Hacienda.

Si bien el Gobierno de Alberto Fernández cuenta con apoyo internacional, según comentan en el entorno presidencial, como el Papa, que fue en su momento un factor decisivo para el buen vinculo que hoy se tiene con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, también hay que sumar el diálogo fluido con potencias, especialmente de Europa. Sin embargo, a pesar de estos apoyos en el seno del entorno presidencial admiten que posiblemente la negociación con estos grupos no se pueda encauzar.

El ministro de Economía, Guzmán, en todo momento, argumenta que quisieron mantenerse dentro de los parámetros de sustentabilidad de la deuda externa fijados por el Fondo, incluso para explicar la demora en las negociaciones.

Aunque, cabe señalar en este sentido, en más de una oportunidad diferentes voceros del organismo aclararon que dicho trabajo “era no vinculante” sino un análisis técnico a pedido de las autoridades argentinas.

El informe del FMI entre otros considerandos macroeconómicos establecía que el Valor Presente Neto (VPN) a canjear no debían superar los 50 dólares por cada lámina de cien dólares.

La nueva oferta argentina mejora las anteriores propuestas pero, como el propio Guzmán reconoce: “Hemos tenido acuerdos con un número de acreedores, pero hay un grupo de inversores muy importantes en el mundo, el comité Ad Hoc, con los cuales no hemos tenido acuerdo. En un momento dejaron de negociar y se plantaron en una posición de demandas que la Argentina no puede sostener”, aseveró.

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